Tener
un bebé es una responsabilidad muy grande ya que necesita cuidados
continuamente al no poder valerse por sí mismo/a. Los padres y madres, deben
dar lo mejor de ellos para cuidar al bebé de la manera más adecuada. No obstante,
en muchos casos, no se sabe cómo actuar con exactitud ante ciertas
circunstancias que se presentan y que al fin y al cabo, no son tan difíciles de
llevar a cabo. Es necesaria una buena información, como la que te puede
proporcionar un médico. Ante cualquier duda, no tenemos que titubear en si lo estamos
haciendo mal o bien, ese es uno de los mayores miedos que tienen los padres,
sobre todo los primerizos. No hay que alarmase ni mucho menos, todo es cuestión
de estar seguros de lo que se hace, y si no, pedid ayuda.
Con
respecto a la carita del bebé, como sus ojos, nariz y oídos corren muchos bulos
acerca de su correcta limpieza. Nosotros hemos oído en continuadas ocasiones
que por ejemplo, es necesario emplear un bastoncillo para limpiar los oídos,
pero ¿sabéis que? ¡Eso está totalmente prohibido! A los bebés, e incluso a los
adultos, los bastoncillos no nos benefician en absoluto, por lo que no debemos
hacer nada. Los oídos se limpiar solos, no hay que introducir ningún objeto por
los orificios ya que puede incluso provocar lesiones en éstos. La única vez que
se podrían usar los bastoncillos, es si por ejemplo se quiere limpiar un poco
las orejas por fuera, pero nada más. Lo mismo ocurre con la nariz, es
recomendable que no se introduzca nada por los orificios, sólo sería necesario
coger papel para limpiarle por alrededor en el caso de que tengan mocos, pero
nada más. Sólo quitar el exceso, pero nunca por el interior.
Lo mismo pasa con la limpieza en los ojos. Diariamente a los bebés se
les hace un exceso de secreciones ocasionadas durante el descanso que es necesario
retirar. Con el empleo de suero fisiológico, es más que suficiente. Pero una
curiosidad, es la manera en cómo se deben limpiar. Es
cierto que en numerosas ocasiones nos han limpiado con suero o con una gasita
con agua tibia los ojos, no obstante, hemos de tener mucho cuidado en cómo lo
hacemos, sobre todo, si el bebé tiene conjuntivitis. Para una correcta
limpieza, es necesario ponerlos acostados de lado, para que cuando apliquemos
el suero, éste no se desplace hacia el otro ojo provocando que pueda enfermar
también. Esta es una de las principales causas de por qué suelen enfermarnos
ambos ojos al mismo tiempo. Aunque también podría ser por haberlos tocado. En este vídeo os pueden resolver algunas dudas.
Interesante
¿verdad? ¡El mundo de los niños es apasionante! Cada día nos adentramos un
pasito más hacia la infinidad de sus increíbles caminos.
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