El visionado de hoy trataba sobre un tema
muy importante en nuestros días: el consumo masivo de productos que afectan al
medio ambiente. Esta práctica desmesurada, viene a raíz de la llamada “obsolescencia
programada” que es cuando programan un producto, de manera poco fiable para que,
en un tiempo calculado, éste deje de funcionar y se tenga que comprar uno nuevo
que lo sustituya.
Para ello, nos muestran cómo en 1901, una bombilla en un
parque de bomberos llevaba funcionando 100 años. ¿Os podríais imaginar eso ahora
mismo? Nos resulta impensable, ¿verdad? Pues bien, ya desde muchos años atrás,
tanto bombillas como cualquier tipo de máquinas o aparatos electrónicos funcionaban
muchísimo mejor que en nuestros tiempos. Incluso me ha llamado muchísimo la atención
las medias de nylon, la eterna guerra en que, antes de incluso ponerme unas,
éstas están ya rotas y al final, me siento tan estafada que ni me pongo. No
obstante, años atrás era un hilo sumamente resistente. Pero la pregunta es:
entonces, ¿por qué con todos los avances tecnológicos, antes todo funcionaba muchísimo
mejor que ahora? La respuesta está en el DINERO. Apareció una sociedad fantasma
llamada en un principio Phoebus, que empezó a dominar cada vez más y más a las
empresas, de manera que imponían que los productos no debían de tener una larga
duración porque si no, con ello no se haría negocio y no ganarían dinero. Fue
en este momento cuando todo se fue desmoronando, los precios bajaron
desmesuradamente y la producción subió como la espuma, llegando un momento en
que se fabricaba muchísimo más de lo necesario, y la gente compraba masivamente.
Todo esto ha ido ocasionado cada vez más residuos, que han ido parando por todo
el mundo, y sobre todo, en el tercer mundo, convirtiendo todo en un basurero,
uno que va creciendo cada día más y más. Por desgracia, somos una sociedad
consumista, que piensa de manera individual, es decir, en el bien propio, sin
mirar todo lo que con ello se lleva por delante. El problema que eso que se
lleva es lo más valioso que tenemos: EL PLANETA. Por suerte, cada vez más gente
se está concienciando de este grave problema y se están empezando a adoptar medidas
para reducir residuos y mejorar el medio ambiente. Aún queda mucho camino que recorrer
pero entre todos, podemos mejorarlo.
Así que os dejo con una reflexión; ¿de verdad
queréis contribuir a la destrucción de lo más bonito que tenemos?